Una gran parte de las pacientes portadoras de miomas son asintomáticas, entonces se les recomienda sólo vigilancia.  Una alternativa es el tratamiento farmacológico, sin ser demasiado prometedor.  Por años se han utilizado los anticonceptivos orales sin demostrar una verdadera eficacia.  Algunos medicamentos del tipo androgénico (que simula la producción de hormona masculina) tienen efectos secundarios que en casos severos pueden ser irreversibles.  Los análogos de la hormona liberadora de gonadotropinas por sus siglas (aGnRH). Pueden disminuir el tamaño de los miomas y lo llegamos a utilizar en casos muy seleccionados para reducción del tamaño de los miomas cuando su localización es submucosa y facilitar el tratamiento quirúrgico. Tiene efectos secundarios reversibles, son caros y la prescripción no la podemos llevar más allá de 6 meses. Estos medicamentos simulan un síndrome climatérico por la reducción de estrógenos (bochornos, sudoraciones nocturnas, cambios en el estado de animo, osteoporosis, sequedad vaginal y disminución de la libido entre otros). Al suspender los medicamentos los miomas pueden regresar al tamaño original.

Otros tratamientos son focus exAblate; en el cual se utiliza ultrasonido de alta intensidad guiado por resonancia magnética para quitarle la vitalidad al mioma y que con el paso del tiempo se reabsorba. Lamentablemente es un procedimiento que tiene ciertas limitantes como el número de miomas y la localización.  Además de ser un procedimiento de alto costo.  Otra alternativa es la embolización (taponamiento) de arterias uterinas, este procedimiento es realizado por un radiólogo intervencionista que implica riesgos como cualquier medio sin conferir una certeza de efectividad.

Las alternativas quirúrgicas  son la miomectomia y la histerectomía.

La primera de ellas se realiza mediante laparoscopia, en la cual se realizan incisiones a través del ombligo (12 mm) y habitualmente dos incisiones extras en la parte baja de la pelvis a nivel de la ropa interior de 5 mm.  Se remueve/n el/los mioma/s, y se extraen a través del ombligo con una cuchilla circular (morcelador) que nos permite fraccionar el/los mioma/s; sin tener que hacer una incisión mayor para su extracción. Esta técnica esta indicada cuando los miomas tienen su mayor componente intramural o subseroso.

Cuando el/los mioma/s se encuentran en más del 50% de su masa dentro de la cavidad se realiza un procedimiento que se llama histeroscopia. Y el abordaje es por vía vaginal.  Esta técnica es de menor invasión y de muy rápida recuperación sin dejar huellas o cicatrices quirúrgicas.

En pacientes que ya cumplieron su etapa reproductiva se les sugiere histerectomía (extirpar todo el útero o matriz), este procedimiento se realiza por pequeñas incisiones de 5 mm en número de 3 a 2.  La técnica de puerto único es también una alternativa si el caso lo amerita.  Con la desventaja de tener que realizar una incisión a través de ombligo de 15 a 25 mm. La decisión de la técnica está en base a las características, localización, número y tamaño del o los mioma/s.  La recuperación es muy rápida y la técnica se ha comparado contra la cirugía convencional teniendo grandes ventajas.

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